domingo, 23 de octubre de 2011

GETAFE B 1-TOLEDO 1. Iván González González, colegiado castellanoleones, protagonista negativo del choque


GETAFE B: Tomeu; Arroyo, Gotor (Javi Flores, 64’), Álex Pérez, Nacho; Dani García; Hugo, Provencio, Tello (Ortuño, 46’), Rubén; Jon Uriarte (Campillo, 64’).
TOLEDO: Saavedra; Amores, Javi Sánchez, Alberto, Aguirre; Diego Ramírez, Encinas (Óscar, 91’); Diego, Butra, Dani Alonso (Javi Fernández, 83’); Tito (Andriu, 60’).
GOLES: 0-1, (min. 30): Encinas. 1-1, (min. 82): Hugo (pen.).

ÁRBITRO: González González (colegio balear). Amarilla a Rubén, Nacho, Álex Pérez; Butra, Saavedra, Diego Ramírez y Alberto. Roja a los visitantes Aguirre (58’), Butra (68’), Amores (79’) y su ayudante sanitario, Mario Romero (69’).

CAMPO: Ciudad Deportiva de Getafe. Unos 500 espectadores, con unos 200 aficionados del Toledo en la grada
Alguien debería adoptar medidas algún día respecto a determinados árbitros. Lo de la impunidad no debe durar más tiempo si queremos que el fútbol siga vivo y no rodeado de pensamientos extreños. De una vez por todas hay que penalizar a los colegiados ineptos, a aquellos cuya honorabilidad está sembrada de dudas. Iván González González, que así se llama el sujeto, no sólo debería de dejar de dirigir partidos en segunda B desde hoy mismo, sino que alguien tendría que mandarlo a su casa de por vida.
Lo que hizo este trencilla en Getafe realmente no tiene nombre. Intentó de forma descarada que los madrileños ganaran el partido como fuera. Dejó al Toledo con ocho con tres expulsiones injustas y no contento con ello se inventó un penalti que sólo vio su mente calenturienta. No contó con la justicia divina que propició que el Toledo aguantara como pudo hasta salvar al menos un punto. No sabemos que sensaciones tendrá este "artista" esta noche, pero le resultará difícil dormir cuando le castigue su conciencia.
Estaba venciendo el Toledo por 0-1 cuando en el minuto 57 se produjo una entraqda fuerte de Aguirre por detrás y sin mala intención. Tarjeta amarilla todo lo más, pero González González sacó la roja. Ocho minutos más tarde se produjo una disputa entre Butra y un contrario donde no hubo ni falta, amén del teatro que hizo el jugador madrileño. González González expulsó al toledano con la segunda amarilla. Estaban nueve pero seguían ganando. Una vuelta de tuerca más. En el 78 se produce una violenta volea del local Hugo que se estrella entre el brazo de Amores pegado al cuerpo y el abdomen. Penalti y expulsión. La injusticia en todo su esplendor. El Toledo con nueve y el empate en el marcador. González González debió respirar; al menos los verdes no conseguían ganar y menos mal que aguantaron con ocho contra doce como pudieron.
El resto del partido queda en segundo plano. La apuesta de nuevo del Toledo por el toque con Tito en punta y un buen primer tiempo en el que se adelantó en el marcador con un gol del central getafense, Rubén Sánchez, en propia puerta. Hubo alguna opción más como un disparo fuera de Dani Alonso tras grandísima jugada de Aguirre por la banda, pero también dos grandes sustos. En el primero apareció Saavedra en el mano a mano con Uriarte y en el segundo lo salvó Javi Sánchez.

En la segunda mitad el Toledo salió con una pésima actitud. Mal colocado y sin la concentración del primer tiempo permitió el dominio de un Getafe B que se encontró con tres grandes ocasiones para empatar. Saavedra apareció de nuevo con otro paradón y en la siguiente acción Ortuño cabeceó al palo.

Cuando la tormenta parecía haber pasado y el Toledo volvía a recomponerse, apareció González González para realizar uno de los mayores desaguisados que recuerda el arbitraje español. Una vergüenza. Menos mal que el Toledo puso entonces garra y fe y al menos salvó ese punto que el árbitro, pese a intentarlo por todos los medios, no pudo impedir
(El Digital Deportivo)