lunes, 22 de agosto de 2011


CD TOLEDO: Saavedra; Amores, Javi Sánchez, Dani Gómez, Pichardo; Diego Ramírez, Encinas (Enguix, 71); Carrillo, Dani Alonso (Butra, m 71), Javi Fernández y David Sanz (Óscar, m 66).

ATLETICO DE MADRID B: Zago; Fran, Javi Cantero, Regalón, César Ortiz, Fer, Roberto (Ndoye, m 66), Cidoncha (Sergio Martínez, m 78), Pedro (Collado, m 76), Noguera y Saúl.

ÁRBITRO: José Ángel Santos. Amonestó a Enguix, Carrillo, Dani Alonso y Óscar en el Toledo. En el Atlético B vieron la amarilla Fer y César Ortiz, este último en dos ocasiones en el minuto 85, por lo que resultó expulsado.

CAMPO: Salto del Caballo. Unos 2.700 espectadores. Llovió torrencialmente en el descanso.

Había cierta tensión en los más allegados al Toledo por las sensaciones que depararía el inicio liguero. Normal y lógico teniendo en cuenta los sufrimientos del pasado, pero el miedo pasó pronto en cuanto se pudo observar que el grupo se mantiene firme en el ideario de su técnico y que por momentos lograron superar a un Atlético de Madrid con los pulmones a pleno rendimiento y con una gran calidad en el medio campo. El filial rojiblanco sabe a lo que juega, está ensamblado y su presión ofensiva causará por ahí estragos.

Y el Toledo le plantó cara, sobre todo durante el primer tiempo cuando el cansancio todavía estaba por aparecer. Diego Ramírez y Encinas no pararon de correr y de asistir a los jugadores de banda, propiciando buenas acciones de centros inocentes que nunca encontraron rematador. Fue la finalización o la falta de remate el pecado de lo locales, no tanto porque se fallaran las ocasiones como por la ausencia de las mismas. David Sanz no pudo rematar ninguna porque no le llegaron balones en condiciones, echando de menos entonces el equipo alguien con rapidez suficiente para ganar la espalda de la retaguardia colchonera.

A partir del minuto veinte el Toledo intensificó su dominio y las llegadas pero siguió sin pegada. Dio la sensación que todo el ensamblaje toledano está creado y a punto excepto la suerte suprema. David Sanz es sólo una alternativa pero se necesitan otras y sería conveniente encontrar un nueve eléctrico. El Atlético también llegaba, con mucho toque, pero al igual que los verdes sin capacidad rematadora.

En el segundo tiempo el Toledo acusó el esfuerzo, sobre todo Encinas y Dani Alonso, dejando sólo a Diego Ramírez frente al poderío visitante en el medio campo. En consecuencia el partido giró hacia el lado rojiblanco en dominio y sensación de peligro. Un descenso físico que afectó también a los hombres de banda. Javi Fernández desapareció y las imprecisiones rodearon las acciones de Diego Carrillo. Por suerte la defensa aguantó en aquellos momentos; firmes Javi Sánchez y Dani Gómez y sensacional siempre Pichardo, un lujo en todos los aspectos.

Fueron minutos complicados donde el balón merodeó el área de Saavedra. El Atlético de Madrid jugó entonces para Noguera, a quién dejó libertad de movimientos. Se posicionó en el carril del diez e hizo estragos con Amores y sus ayudas. Nadie le paró porque era imparable. Un jugador de primera división en breve, seguro.

Y ahí andaba el Toledo, sufriendo pese a los cambios cuando el árbitro, torpe y anticasero toda la tarde, señaló unas manos de César Ortiz que acabó con el central toledano -es de Gálvez- en el vestuario. Era el minuto 85 y el Toledo recobró ánimo e ilusiones. Y se fue a por el triunfo. Y llegó la mejor jugada en una vaselina preciosa de Diego Ramírez sobre la defensa para que el disparo de Butra sin dejarla caer al suelo lamiera el travesaño. Y más tarde Dani Gómez cabeceó en gran posición fuera un balón lanzado desde la esquina.

Pero había que sufrir y el público contuvo la respiración en una contra de libro del Atléticoa través de NDoye que Saúl, sólo en el segundo palo, envió por suerte desviado.

Al final tablas y ausencia de goles. Parece la asignatura pendiente de dos equipos con propuestas ambicosas y coloristas. Veremos como se apaña el Toledo para encontrarlo. Ese es su reto inmediato.
(El Digital Deportivo)